FAMILIAS XUDÍAS SEFARDITAS DE APELIDO “LEMOS” OU “DE LEMOS”
De Felipe Aira Pardo
El vocablo “Lemos” o “de Lemos” es singular de nuestra tierra y da nombre a nuestro valle. Su significado si seguimos, por ejemplo, a Manuel Murguía, Padín y Bullete, etc., alude a un suelo húmedo, lo que encaja, perfectamente, con nuestro país. Lym, Leman, Limoges, Limia, etc., son algunos topónimos españoles y europeos que, al igual que nuestro “Lemos”, titulan poblaciones de suelos fértiles y húmedos. Los Oestrymnios, gente rica en lomo y estaño, fueron los primeros moradores de nuestra tierra, de los que se tienen noticias. En el siglo VI a. de de J.C., son expulsados por los Saefes o Safes. Los Lemavos: por geógrafos e historiadores, con unanimidad digna de ser destacada, son situados en la comarca que ocupa la tierra de Lemos, citados por Plinio a los que se llama también Lemavi, Lemavus, Lemorvios, Lemabus y Lemaborus, que tuvieron como centro y capitalidad el Castro Dactonium. El P. Flórez, en su obra “España Sagrada” dice que los celtas introdujeron este nombre, posiblemente, aludiendo a la ciudad Lemoviae, que tenían en la Galia, situada en un pequeño collado, parte de ella en un río. Murguía fue quien en su “Galicia”, desarrolló la teoría del origen celta del nombre y tribu de los Lemavos, asociando su etimología a las de Lym, Leman, etc. Nuestra tierra fue ocupada por una gran tribu celta, tanto si se considera que provienen de Leman, con pronunciación oscura, como si hubiese tomado nombre de la gente hermana del pago Lemovicense en Limoges, Francia. Los Lemavos fueron citados, asimismo, por Strabón, Ptolomeo, Mela, etc., constitiyendo una de las más importantes estaciones celtas de Galicia. Cuevillas señala en su etnología de la cultura castreña, que Lemavos es un nombre introducido por Sefes, con correspondencia en las Galias y, por tanto, de origen celta, así como la filiación étnica de sus habitantes, descontada, asimismo, su céltica procedencia.
De Felipe Aira Pardo
El vocablo “Lemos” o “de Lemos” es singular de nuestra tierra y da nombre a nuestro valle. Su significado si seguimos, por ejemplo, a Manuel Murguía, Padín y Bullete, etc., alude a un suelo húmedo, lo que encaja, perfectamente, con nuestro país. Lym, Leman, Limoges, Limia, etc., son algunos topónimos españoles y europeos que, al igual que nuestro “Lemos”, titulan poblaciones de suelos fértiles y húmedos. Los Oestrymnios, gente rica en lomo y estaño, fueron los primeros moradores de nuestra tierra, de los que se tienen noticias. En el siglo VI a. de de J.C., son expulsados por los Saefes o Safes. Los Lemavos: por geógrafos e historiadores, con unanimidad digna de ser destacada, son situados en la comarca que ocupa la tierra de Lemos, citados por Plinio a los que se llama también Lemavi, Lemavus, Lemorvios, Lemabus y Lemaborus, que tuvieron como centro y capitalidad el Castro Dactonium. El P. Flórez, en su obra “España Sagrada” dice que los celtas introdujeron este nombre, posiblemente, aludiendo a la ciudad Lemoviae, que tenían en la Galia, situada en un pequeño collado, parte de ella en un río. Murguía fue quien en su “Galicia”, desarrolló la teoría del origen celta del nombre y tribu de los Lemavos, asociando su etimología a las de Lym, Leman, etc. Nuestra tierra fue ocupada por una gran tribu celta, tanto si se considera que provienen de Leman, con pronunciación oscura, como si hubiese tomado nombre de la gente hermana del pago Lemovicense en Limoges, Francia. Los Lemavos fueron citados, asimismo, por Strabón, Ptolomeo, Mela, etc., constitiyendo una de las más importantes estaciones celtas de Galicia. Cuevillas señala en su etnología de la cultura castreña, que Lemavos es un nombre introducido por Sefes, con correspondencia en las Galias y, por tanto, de origen celta, así como la filiación étnica de sus habitantes, descontada, asimismo, su céltica procedencia.
De ahí tomó nombre nuestro valle, el Valle de Lemos.
El Castro Dactonium, capitalidad de los Lemavos, para la mayor parte de las fuentes se hallaba en el monte de S. Vicente, en el lugar donde hoy se encuentra el Parador Nacional de Turismo. En documentos de los siglos IX,X,XI, se cita el “Castro Actonium” “Actonio” “Luctonio”. Entre otros eruditos, Amor Meilán, M. Rubén Alvarez, Villa-Amil, Barros, etc., se inclinan por la correspondencia de Dactonio con Monforte de Lemos. Desde la Alta Edad Media, “de Lemos” dio nombre a los titulares de la villa, Señores y, luego, Condes hereditarios y perpetuos, por encima de los apellidos, Castro, Enríquez, Osorio, etc. Una de las ramas de la familia de los López, que se distinguió desde los primeros momentos de la Reconquista, poseía propiedades y castillos en el valle de Lemos, señoreando los actuales municipios de Sober y Pantón. Para diferenciarse de las otras ramas de la familia, se colocaron el término “de Lemos”, formando la gloriosa y gran familia de los López de Lemos. Las familias hidalgas y vasallas de apellido “de Lemos” o “Lemos” avecindadas en el vecino país lusitano, procedían de nuestra valle de Lemos. Asimismo, las que se trasladaron por Europa y, a partir del siglo XVI a las Américas. No existe ninguna otra población, elemento geográfico que se denomine Lemos o de Lemos, solamente, como dato curioso, decir que en el municipio de Rianxo (A Coruña) existe una pequeña aldeal perteneciente a la parroquia de Araño, llamada “Os Lemos”, con una veintena de vecinos; "En la provincia de Lugo, Concello de Paradela una parroquia se denomina Castro de Rei de Lemos. Tiene cerca de cuarenta entidades de población o barrios."
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En el año 1916 y a petición de Correos, el Estado aprueba que el nombre oficial de Monforte pasaría a ser MONFORTE DE LEMOS. Correos realizaba la petición para diferenciar a nuestra ciudad de otros poblaciones de España y del mundo que también se llamaban y llaman MONFORTE.
Lemos o de Lemos apellida a un destacado número de personas, de familias, establecidas en poblaciones gallegas, en otras comunidades del Reino de España, en Europa, en América, etc., pero lo que resulta ciertamente interesante y sorprendente, además de destacable, ES LA GRAN CANTIDAD DE FAMILIAS JUDIAS SEFARDITAS QUE, DESDE EL SIGLO XVI HASTA NUESTROS DÍAS TIENEN COMO DENOMINADOR COMÚN EL APELLIDO “LEMOS” o “DE LEMOS”. Los judíos sefarditas son los que, tras el edicto de expulsión de 1492, comenzaron una nueva diáspora por diversas partes del mundo. Expulsados de España por no convertirse al cristianismo, se vieron obligados a abandonar su hogar, “SEFARAD”, nombre con el que los judíos conocían y conocen a la Península Ibérica. Desde hacía siglos, vivían en España y Portugal y, ahora, en 1492, se veían obligados a dejarlo todo: su patría, como ya consideraban a Sefarad, y buscar nuevos lugares donde vivir en paz, libertad y tranquilidad. Con el paso de los décadas, de los siglos, por diversos motivos, buscando mejorar sus condiciones de vida, muchas familias sefarditas o sefardíes, que se habían convertido al cristianismo, en su mayor parte, de manera falsa, (llamados marranos, judaizantes, etc.,) también salieron de suelo peninsular. A estos judíos también se les conocía de diferentes modos: cristianos nuevos, conversos, etc.
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En el año 1916 y a petición de Correos, el Estado aprueba que el nombre oficial de Monforte pasaría a ser MONFORTE DE LEMOS. Correos realizaba la petición para diferenciar a nuestra ciudad de otros poblaciones de España y del mundo que también se llamaban y llaman MONFORTE.
Lemos o de Lemos apellida a un destacado número de personas, de familias, establecidas en poblaciones gallegas, en otras comunidades del Reino de España, en Europa, en América, etc., pero lo que resulta ciertamente interesante y sorprendente, además de destacable, ES LA GRAN CANTIDAD DE FAMILIAS JUDIAS SEFARDITAS QUE, DESDE EL SIGLO XVI HASTA NUESTROS DÍAS TIENEN COMO DENOMINADOR COMÚN EL APELLIDO “LEMOS” o “DE LEMOS”. Los judíos sefarditas son los que, tras el edicto de expulsión de 1492, comenzaron una nueva diáspora por diversas partes del mundo. Expulsados de España por no convertirse al cristianismo, se vieron obligados a abandonar su hogar, “SEFARAD”, nombre con el que los judíos conocían y conocen a la Península Ibérica. Desde hacía siglos, vivían en España y Portugal y, ahora, en 1492, se veían obligados a dejarlo todo: su patría, como ya consideraban a Sefarad, y buscar nuevos lugares donde vivir en paz, libertad y tranquilidad. Con el paso de los décadas, de los siglos, por diversos motivos, buscando mejorar sus condiciones de vida, muchas familias sefarditas o sefardíes, que se habían convertido al cristianismo, en su mayor parte, de manera falsa, (llamados marranos, judaizantes, etc.,) también salieron de suelo peninsular. A estos judíos también se les conocía de diferentes modos: cristianos nuevos, conversos, etc.
Esta nueva diáspora del hermano pueblo sefardita, tuvo varias rutas:
- Una de ellas fue al norte de África, desde Marruecos hasta Egipto, el principal lugar fue Palestina.
Otra cuyo principal destino fueron los países de Italia, Grecia, Turquía y Rumanía, sobre todo, Turquía.
- Una tercera, cuyo destino fueron los Países Bajos, desplazándose desde allí al centro de Europa, sobre todo Alemania e Inglaterra.
Durante la segunda parte del siglo XVI muchas familias judías tuvieron como punto de referencia América. Por ejemplo, la inmigración judía sefardita a Estados Unidos tuvo tres momentos importantes y con características diferentes:
- La primera oleada de 1654 a 1820 estuvo compuesta en su enorme mayoría por familias judías procedentes de España y Portugal.
- La segunda oleada, de 1820 a 1860, procedía, esencialmente, de Alemania.
La La tercera oleada, de 1880 a 1924, huía de los países del este de Europa.
Estos datos tomados del libro de Eric Santoni “El judaísmo”, se completan con la siguiente información:
“ (...)Los marranos término aséptico que se propagó en América y Países Bajos para designar a los judíos que procedían de España y Portugal, como ya se ha visto, sinónimo de judaizantes, fueron los primeros judíos que llegaron a Nueva Inglaterra. Allí fundaron una comunidad judía americana que, desde entonces no ha dejado de crecer, hasta convertirse en la actualidad en la comunidad judía más poderosa de Nueva York.”
Eric Santoni escrito lo anterior en el año 1997.
Hasta bien entrado el siglo XVII, los que se habían quedado en Sefarad, no se casaron con familias de cristianos viejos, poniendo en práctica lo que podíamos llamar “endogamia”.
Este apasionante capítulo de nuestro trabajo “LA COMUNIDAD JUDIA Y JUDEOCONVERSA DE MONFORTE DE LEMOS”, que trata sobre familias judío sefarditas de apellido “de Lemos” o “Lemos”, se inició de una manera inesperada.
En el año 1995, antes de que comenzásemos a realizar el estudio histórico, una joven pareja estadounidense de raíces sefardíes, visitaron nuestra ciudad. Su móvil principal era conocer la ciudad de Monforte de Lemos, pues, como ellos mismos dijeron, existe en su familia la tradición pasada de padres a hijos de que sus raíces y ancestros procedían de Galicia y Portugal. Hablaron con nuestro amigo, el historiador y periodista Ángel Arnáiz, al que le facilitaron una carta que viene a decir, textualmente:
“Las únicas cosas de las que estamos seguros es que Daniel de Lemos nació en 1770 en Altoona un sitio en Hamburgo. Él se casó primero con Ludica Mendes y tuvieron tres hijos. Luego se casó con Rosahen Samson Sussman, también de Hamburgo. Esther de Lemos nacida en 1828 en Hamburgo. El padre de Daniel de Lemos se llama Abraham y su madre Sara Tratto. Se dice que la familia llegó desde Portugal vía Amsterdam. La familia podría ser de cualquier religión (...)”
Al final adjuntan un listado de matrimonios descendientes de sefardíes, todos domiciliados en Hamburgo:
Abraham de Lemos, año 1827.
Abrahm de Lemos (Age 42) (1827-30). Vivía en Amsterdam
Adolfo de Lemos, (1853)
Ant-Be de Lemos (1840)
Pnne Man Kewioz de Lemos (1848)
Benjamín de Lemos (1837)
Betty de Lemos (1864)
David de Lemos ( 1865)
David de Lemos (1847)
Gabriel de Lemos (1859)
Jehendith de Lemos (1861)
Joss de Lemos (1860)
Josua Lac de Lemos (1843)
Miryam de Lemos (1837)
Mordechai de Lemos (1837)
Mosen Abraham de Lemos (1841)
Rahel de Lemos (1853)
Sara de Lemos (1844)
Sara de Lemos (1858)
Simson de Lemos ( 1848).
Cuando comenzamos nuestro trabajo de investigación nos pusimos en contacto con las siguientes ilustres personalidades del mundo cultural sefardita, para tratar esta parte del trabajo:
El Doctor Mordehai Arbell, perteneciente al Congreso Judío Mundial; el Doctor Moshe Shaul, Vicepresidente de la Autoridad Nacional del Ladino y Director de “Aky Yerushalayim”, la única publicación editada completamente en LADINO. El ladino es la lengua que hablaban los sefarditas expulsados de SEFARAD, en el momento de su expulsión y que fue pasando de generación en generación, de padres a hijos, hasta llegar a nuestros hijos. Hoy, la Autoridad Nacional del Ladino, creada por Decreto Ley del Parlamento de Israel, tiene como objetivo prioritario, que el Ladino no desaparezca, difundirlo y mantenerlo vivo. Que gran riqueza es el Ladino y que amor tenían aquellos judíos hacia SEFARAD. Expulsados, simplemente por no tener la misma religión que los cristianos, lejos de cualquier tipo de odio por ello, no olvidaron la lengua de SEFARAD, la mantuvieron viva entre sus descendientes, hasta llegar a nosotros. Cabe destacar a otras personalidades que nos ayudaron en este apartado del trabajo, como la Sra. Claudie Blamont, Presidente del “Círculo de Genealogía Judía de París”, el Sr. Paulo Valadares, el Sr. Faiguenboim de la “Asociación de Genealogía Judía de Brasil, Sr. Marcelo Benveniste de la “Asociación de Genealogía Judía de Argentina”, el Sr. Arlene E. Jacob de EEUU, etc.
Pues bien, con la ayuda de estos amigos hemos localizado más de 100 familias judías sefarditas de apellido “de Lemos” o “Lemos”.
Vamos a citar algunos ejemplos, solamente, para no extendernos en demasía.
El Doctor Mordehai Arbell, perteneciente al Congreso Mundial Judio y uno de los mayores conocedores, sino él que más, de familias sefarditas de Centroamérica, nos dice:
“Tenemos varias familias sefardíes de apellido de Lemos:
(...) En Curaçao:
Moses de Daniel Benjamín con Rachel de Joseph de Lemos Benveniste.
Moses da Costa Lemos con Rachel Morales se casaron antes del año 1762.
En Santo Domingo:
Zelia de Lemos, nacida en la República Dominicana el 7 de octubre de 1875, falleciendo en Panamá el 3 de junio de 1916, casada con Isaac Levi Toledano, nacido en St. Thomas el 9 de octubre de 1867, falleciendo el 14 de mayo de 1933. Zelia era hija de Samuel de Lemos, nacido en Prusia en el año 1854 y murió en Panamá en el año 1897. Se conserva la lápida sepulcral.
Altoona es hoy una parte de Hamburgo, en el pasado pertenecía a Dinamarca que recibió judíos ibéricos. Fue una comunidad independiente a la de Hamburgo que con los años se unificaron. Del matrimonio entre Zelia e Isaac Levi, sabemos de los siguientes descendientes:
Raymond Levi Toledano de Lemos, nacido en Panamá en 1897 y fallece en el año 1960. Casado con Rachel Evelyn Melhado nacida en Panamá en 1907....
Vera Toledano de Castro...
Bertha Branca Toledano de Fidangue...
May Toledano de Maduro, casada con Félix Brandon Maduro...
En 1882, el general Luperon inicio un proyecto: llevar judíos de Ucrania para Sto. Domingo. Para ello recibió el apoyo de los judíos residentes en Puerto Plata y Santo Domingo, dirigidos por Jacob de Lemos. Jacob de Lemos escribe en febrero de 1882: “Siempre hemos sido recibidos, entre todas las clases del pueblo Dominicano, con una hospitalidad exquisita y hemos gozado de relaciones que apreciamos mucho. “ Residentes hoy en Santo Domingo: Doctora Celine de Lemos Rivas, Rubén Lemos, José de Lemos, Mirna de Lemos, Miguel de Lemos, Rafael de Lemos. La familia Toledano de Lemos vive en Panamá. Los conozco, tienen una empresa grande de pollos y huevos.
En Hamburgo, se conserva la lápida tumbal de Yosej Haim de Lemos con el siguiente escrito: “sa/do Benaventurado/Yoseh de Lemos/ Fo En Ya 267 de Tisrianno 5456/SAGDG, que traducido dice: Lápida de entierro del preciado y prestigioso Yosef Haim de Lemos. Falleció el miércoles, 26 del mes de Tishrei. Año 5456, año cristiano de 1695.
Panamá. Max de Lemos nació en 1887 (...) se conserva la lápida funeraria que dice que fue “buen padre y hermano”, que significa que hubo otros “de Lemos”.
Claudia de Lemos, nacida en el año 1910 y fallecida en el año 1974.”
Hasta aquí un primer escrito enviado por el Doctor Mordehai Arbell.
Otro escrito dice:
“Recibí del Sr. Ramón Sarraga de Detroit, lo escrito en lápidas tumbales en Hamburgo = de Joseph Hisquiau de Lemos, su esposa Abigail, y de Daniel de Lemos y su esposa (...)”
El Doctor Mordehai nos detalla lo que ponen las inscripciones de las lápidas. Luego, nos añade:
“Además, en Hamburgo, en el calendario hebreo:
Joseph de Lemos, de Hamburgo
Isaac de Lemos.
Joseph de Lemos casado con Sara del Monte.
Jospeh Hisquiau de Lemos Benveniste.
Hice un estudio sobre los libros que tenemos en Israel con referencias a Bayonne en Francia, pero no encontré los “de Lemos”. El profesor Gerard Nahon de la Sorbona, historiador de Bayonne me dijo en su visita en Israel que está seguro que hubo “de Lemos” en Bayonne”. Abrigail Hadash de Joseph de Lemos se casa con Isaac Daniel de Lemos. Benjamín de Lemos estudió Derecho en la Universidad de Halle en 1731. Josephus de Lemos, estudió medicina. Fueron parientes suyos el Rabino Jacob Benveniste y en 1748, el Doctor Médico Joseph de Daniel Benveniste. En Berlín, Dr. Benjamín de Lemos, fue el primer Director del hospital judio de Berlín. Su hija Henriette de Lemos 1764-1847, conocida como “la hermosa judía” se casó con el doctor Markus Hertz conocido como “el filósofo”. En su casa, la Sra. Henriette de Lemos, manejó el más culto y famoso salón literario. Su educación, conocimiento de muchos idiomas y belleza incomparable le han hecho una de las mujeres más atractivas de Berlín. Con su marido estudiante de Mendelsoh y Kant y ella amiga de la élite alemana como Nicolas, Dohm, Ramler, Teler, fundó la “Asociación de buena conducta” siendo dos de sus miembros fundadores, los hermanos Wilhelm von Hunboldt (político) y Alexander von Humdoldt (investigador botánico y biólogo). Después de la muerte de su marido la corte de Prusia le propuso ser maestra de estudios de la hija de la reina Charlotte. La única condición fue que se convirtiera al cristianismo. Ella lo rechazó. Charlotte fue la esposa del rey Nicolas II de Rusia. Henriette no tuvo hijos.
Cuando residí un año en Guatemala (1991) me informaron que un alto oficial salvadoreño de apellido de Lemos, llegara a Guatemala y a su sinagoga, para regresar al judaísmo, siendo pariente del presidente de el Salvador “de Lemos”.”
Finalmente, tras facilitarnos más datos, termina diciendo:
“El camino, sin ninguna duda, de muchos de los ancestros de los judíos sefardíes de Lemos fue: MONFORTE Y SU TIERRA DE LEMOS = PORTUGAL =EUROPA = AMÉRICA.”
Hasta aquí algunos datos extraordinarios facilitados por esta autoridad del mundo cultural sefardita. El Sr. Mordehai se jubiló como diplomático al haber estado en diferentes embajadas de Israel, amén de haber sido profesor universitario. Actualmente, reside en Jerusalem.
Vemos que el apellido de Lemos o Lemos, en la mayor parte de las ocasiones va acompañado por apellidos castellanos o lusitanos, como el conocido Toledano, Benveniste, Dacosta, etc. Disponemos de las fotografías, en algunos casos de no muy buena calidad, de muchas tumbras sepulcrales de cementerios judíos ubicados en diferentes países, sobre todo, Alemania, países de Centroamérica, etc., en las que se puede ver escrita la palabra LEMOS o DE LEMOS. Pertenecen a judíos sefarditas que llevaron el nombre de nuestra tierra, de nuestro valle, de nuestra ciudad, a multitud de lugares.
Evaristo Correa Calderón, en su obra “Índice de utopías gallegas”, en las pags. 275-276, comenta:
“Los judíos gallegos.
Hablábamos un día mi amigo Stevan Savin de Yugoslavia y yo, de los muchachos judíos que estudiaban en Toulouse y le pregunté, entonces, si había entre ellos algún sefardíe. “Sí, me dijo; hay varios que se llaman españoles.”
Algún tiempo después nos presentaba a tres estudiantes –aquellos amigos de quienes os hablé- morenos, de facciones finas, de mirada penetrante, pero recelosa en principio. El uno se apellidaba Toledano. Otro se llamaba Samuel Bivas. Procuré franquearme con ellos, les mostré mi simpatía, les hablé de España con ternura y entusiasmo. Yo veía cómo reaccionaban. Uno de ellos, desde la última trinchera, aún quiso defenderse, y me habló de la injusticia que con sus ascendientes se había cometido. Hablé con calor, situando el hecho en su propio ambiente, siglos de ignorancia y ceguedad; de la lucha religiosa, fiebre de aquel mundo de entonces (...). Hemos llegado a ser grandes amigos. Estos me han dado una satisfacción extraordinaria, presentándome a otro de ellos. He aquí que habiéndole preguntado si alguna vez oyera hablar de España a sus viejos, me dice que sí, que su abuelo decía que sus antiguos vinieran de “MONTE FORTE, EN LA GALLIZIA”
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